
La inocente niña corría, con zapatos deshechos... igual como su alma. Tenia cinco años pero nadie desearía haberlos vivido.
La niña voltea hacia atras, quería saber si su amiga al fin la seguiría ... no fue asi, ni hoy como ayer, nadie fue tras de ella.
La pequeña tropezó con una fría piedra.
Cayó cuan larga era.
Su boca se llenó de polvo.
Su cara desfigurada quedó.
La humilde y raída ropa se desgarró... pobre de ella... no se levantó.
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